CINE CON PERSPECTIVA DE GÉNERO: EL ROL DE LAS MUJERES
Habitualmente, cuando
consumimos cualquier película nos dejamos llevar por la historia que nos
cuentan y la emocionalidad que nos transmite la música y la
interpretación de las actrices y los actores. Sin embargo, también es
necesario detenernos previamente a entrenar la mirada crítica para ver
los roles y los estereotipos que se difunden sin darnos cuenta.
Cosificación de las mujeres, el
poder de la cámara
La
cámara funciona como el ojo de las y los espectadores, que recorta la realidad en cada
encuadre y lo presenta como la totalidad. Lo mismo pasa con los planos. Por
ejemplo, un plano picado sitúa a la audiencia por encima del personaje,
mostrando esos personajes como indefensos e inofensivos. Sin embargo, un plano
contrapicado produce el efecto opuesto. Estas elecciones que se realizan a
través del objetivo de la cámara tienen un significado en el modo de
representar a unos y a otros personajes.
Pilar
Aguilar, analista de ficción audiovisual y crítica de cine, habla
en varios de sus libros que los primeros planos se producen más sobre
las mujeres que sobre los hombres, recortando determinadas partes
de su cuerpo que aparecen troceados y cosificados, planos invasivos
que tienden a mostrar que lo importante no son tanto esos personajes femeninos,
sino sus nalgas, pecho y boca.
Precisamente,
sobre esa cosificación de las mujeres en el cine, un análisis de las películas
de Hollywood en 2014 demostró que las mujeres aparecen con poca ropa en los
films en un 26% frente a un 9% de los hombres. Otro estudio hecho en 2015
con datos recogidos del análisis de las 100 mejores películas de ese año según
MDSC Initiative, aseguraba que las mujeres aparecen en esos films con poca ropa
en el 30,2 % de los casos y con algún tipo de desnudo en el 29%.
Test de la lámpara sexy, cuando
el personaje femenino no aporta nada a la trama
Sobre
estos mismos estereotipos en el cine, ONU Mujeres posiciona en un 31%
los papeles con diálogo que corresponden a las mujeres. Si unimos cosificación
y papeles con diálogos, nos encontramos el Test de la lámpara sexy, que
contempla un único requisito: si al sustituir al personaje femenino por
una lámpara con un post-it, la trama no cambia es que ese film es sexista
porque considera a las mujeres como meros objetos. Sin embargo, por
muy ridículo que parece, no podemos sino alarmarnos al comprobar que, de
nuevo, son muchas las películas que no pasan este test.
La ambientación como
instrumento de estereotipación
Otro
aspecto al que prestar atención es la ambientación musical y sonora, así como
la iluminación y los colores. La música nos envuelve y nos involucra en
la narración. De ese modo, si la escena que estamos viendo quiere
evocar miedo, la melodía se adelanta a lo que va a pasar con un tono alto y
fuerte. Sin embargo, el ritmo es más pausado si quiere expresar algo triste, o
más animada si lo que expresar es alegría.
Muchas
películas, haciendo uso de los estereotipos, utilizan melodías dulces y suaves
cuando aparecen mujeres en pantalla y melodías de acción si quienes aparecen
son hombres. En lo que
respecta a la iluminación, es importante en la creación del relato porque ayuda
a crear ambiente. Así, las películas dramáticas o de suspense suelen usar luces
tenues que crean sombras y contrastes fuertes, mientras que las comedias
apuestan por luces brillantes y colores alegres.
El rol de las mujeres, hablemos
del guión
Por
último, el propio guión también aporta pistas sobre los personajes,
su comportamiento, gustos, el tipo de lenguaje que utilizan… En muchos
films los personajes femeninos se envuelven con características
relacionadas con la belleza y la pasividad, vinculadas a la seducción, objeto
de deseo, caprichosas y rivales entre sí. Los masculinos son activos, fuertes y
protectores, así como competitivos, valientes y sujetos de la acción.
Asimismo,
tanto unos como otras se encasillan en roles estereotipados. Además, ellas
aparecen en función de una historia de amor heterosexual. Lo
importante en los personajes femeninos es encontrar el amor por encima de todo,
no siendo exitosas sin formar una familia; mientras que, para los personajes
masculinos, lo importante no es el amor, sino las aventuras que protagonizan.
Es más, siguen siendo hombres de éxito encuentren o no ese amor.
Otro
elemento destacado es la edad. Los personajes masculinos son variados,
pero los personajes femeninos suelen ser guapas, atractivas, delgadas,
blancas y de no más de 40 años. Las protagonistas mayores de esa edad
son escasas y con papeles muy encasillados. El análisis antes mencionado sobre
las películas de Hollywood en 2014, demostró que las mujeres son protagonistas
de los film en un 12% frente al 88% de los protagonistas masculinos. Por si eso
fuera poco, de todas las mujeres que trabajan en el cine el 77% son blancas. De
hecho, en 2017, de las 131 películas presentadas a los Goya en las que
trabajaron un total de 2.051 profesionales, solo el 24% eran del género
femenino.
Si
nos damos cuenta, muchas de las narraciones del cine son similares
entre sí compartiendo estereotipos. A menudo, todo ello nos pasa desapercibido. Sin
embargo, cuando la mirada cambia, también cambia la interpretación. De ahí la
importancia de ponerse las gafas violetas para consumir cine desde una
mirada activa que no absorba estos mensajes como verdades absolutas.
Comentarios
Publicar un comentario