CINE DE TERROR. LAS DIRECTORAS TOMAN LA PALABRA.
Si
vamos a los números veremos una evolución algo decepcionante. Ha aumentado un
poco el porcentaje de mujeres directoras en el terror en los últimos años pero
no llega al 10%. Aunque estas cifras representan cantidad y no calidad -habría
que ver el porcentaje dentro de las películas relevantes- nos dan una idea
clara de que sigue siendo minoritaria su presencia. Sin embargo, sí que las
cifras nos dan un cambio más apreciable en el público del terror. Este
siempre ha sido un género asociado al espectador masculino, sin embargo, algo
está cambiando. Al menos en cierto tipo de terror. En este estudio de
Movio, hacen una diferenciación interesante: terror de ciencia ficción y terror
paranormal. El terror de ciencia ficción sigue siendo mayoritariamente del
interés de los hombres mientras que el terror paranormal -que por otra parte es
el que está teniendo éxito en este siglo- está casi a partes iguales (51% –
49%).
Esto
es un círculo vicioso. Más mujeres entre el público es una demanda de un
producto más para los dos sexos. Y la consiguiente oferta más atractiva para
las mujeres hace que aumente el interés de estas. También es un género que
atrae mucho más a los jóvenes (un 27% más joven que la media) y esto
probablemente influye en que haya una audiencia menos segmentada por sexos.
También es, según este estudio, mucho más variada en cuanto a razas. Un
público más diverso que demanda cine más diverso.
Directoras
de terror ha habido siempre, claro. Simplemente, ahora están adquiriendo algo
más de peso y, sobre todo, pueden hacerlo según sus propias normas, no
adaptándose al sistema de los hombres. Esto encaja con lo que hablábamos
en anteriores entregas sobre la libertad autoral que admite el género de
terror gracias a sus bajos presupuestos. Los temas que las mujeres quieren
poner sobre la mesa han pasado del undeground al lowcost, con el
consiguiente aumento de la visibilidad. Estamos viendo un interés notable
en cuestiones como la maternidad, las agresiones sexuales, los cánones de
belleza… Principalmente en el cine dirigido por mujeres, pero no solo, y es que
vuelvo a recalcar que el cambio más importante se está dando en el público.
También se percibe un uso mucho más íntimo e intenso de la sangre, y a veces,
directamente referencias explícitas a la menstruación, algo poco habitual
-aunque no inexistente- en el cine dirigido por hombres.
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